En el mundo hay más de 3, 000 lenguas, que los lingüistas han agrupado para su estudio en cuatro sistemas o criterios:
- CRITERIO ETNOGRÁFICO. Clasifica las lenguas de acuerdo a los pueblos o las razas que las hablan.
- CRITERIO GEOGRÁFICO. Distribuye las lenguas en las regiones, territorios o países donde se hablaron o hablan las diversas lenguas.
- CRITERIO MORFOLÓGICO. Los lingüistas clasifican las lenguas considerando la forma o estructura de las palabras, creando así tres grandes grupos:
Lenguas monosilábicas. En este tipo de lenguas, las palabras están formadas por una sola silaba con significado propio (son raíces). Una misma palabra puede funcionar como verbo, adjetivo o sustantivo según el lugar que ocupe dentro de la estructura oracional. Las lenguas monosilábicas son: el chino (Lao-Tse, Mao-Tse-Tung), el birmano, el tibetano y el thai.
Lenguas aglutinantes. Tienen la particularidad de agrupar palabras yuxtaponiéndolas, aglutinándolas o juntándolas, pero que no se funden entre sí, pues cada palabra tiene un significado propio. Sin embargo al aglutinarse dan origen a la palabra-frase o palabra-oración, según el caso. El náhuatl y demás lenguas nativas que se hablaban antes de la llegada de los españoles son aglutinantes. También lo son las lenguas hiperbóreas (regiones árticas), las caucásicas, las malayo-polinesias, las uroálticas.
Lenguas de flexión. En estas lenguas las palabras constan de una raíz (lexema) a la que se le unen morfemas gramaticales o afijos (prefijos o sufijos), al combinarse entre sí, forman una unidad y posibilitan relaciones gramaticales. Las lenguas de flexión se clasifican en sintéticas y analíticas.
Las sintéticas expresan sus relaciones gramaticales a partir de sus terminaciones o desinencias. A este grupo pertenecen el latín y el griego.
Las lenguas de flexión analíticas expresan sus relaciones gramaticales y sintácticas a través de preposiciones y artículos. Son lenguas de flexión analíticas, las siguientes lenguas romances: español, francés, portugués, italiano y rumano.
- CRITERIO GENEALÓGICO. Clasifica las lenguas desde el punto de vista de su parentesco y las organiza en familias, ramas y subramas. Una familia lingüística es el conjunto de lenguas que provienen de una lengua madre. Según los filólogos, las familias lingüísticas más importantes en el mundo son:
- Semítica. Constituida por el antiguo asirio, palestino, hebreo, fenicio (se habló en Siria y en Mesopotamia); arameo y árabe (Asia y África).
- Camítica. Considera al egipcio, copto, etíope, libio, libiobereber.
- Americana. Aquí se integran varias lenguas del continente americano: tarasco,
zapoteco, quechua, maya, náhuatl, etc.
- Uraloaltaica. Finés, estonio, turco, tártaro, carelio.
- Caucásica. Incluye al vasco y al etrusco.
- Dravídica. Tamil y lenguas habladas por pueblos de raza negra que habitan el sureste de la India.
- Malayo–polinésica. Se originan de ella: el malayo, tagalo, hawaiano, fijiano, samoano, formosano, carolinés, salomonés.
- Australiana. Se habla en Australia.
- Bantú. Se habla en países del centro de África, destacando el cafre y el zulú.
- Hiperbórea.
- Indoeuropea.
Esta última es la más importante porque en ella se encuentra el español. Además, en la antigüedad muchas lenguas indoeuropeas como el sánscrito, el griego, el latín, el germánico, el eslavo, etc., fueron muy importantes desde el punto de vista cultural, y en la actualidad, por cuestiones socio-políticas, han cobrado gran importancia lenguas indoeuropeas como el español, el inglés, el francés, el italiano, el alemán, entre otras.
En la antigüedad las lenguas indoeuropeas se extendieron desde la India hasta Europa, de donde, precisamente, toma su nombre convencional, y desde Escandinavia hasta el Norte de África. En efecto, la India y Persia se desarrollaron el sánscrito, el persa; en Europa central, las lenguas célticas y las germánicas; en el Norte de Europa se establecieron otras lenguas germánicas (nórdico, alemán, danés, sueco, etcétera); en el Mar Mediterráneo, las lenguas itálicas y los dialectos griegos.